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miércoles, 30 de marzo de 2011

Las Glorias que guardan a Cádiz, San Servando y San Germán

Existe un Sur del Sur

Existe un sur del sur que termina en la línea infinita del horizonte, allí donde se besan la mar y el cielo de Cádiz en ese eterno idilio que sostienen, sabiéndose mirados desde una muralla que es frontera y principio de un sur que se extiende más allá del sur que le dio nombre a un Campo con dos catedrales.


El sur del sur de esta Cádiz que siempre cumple tres mil años y no la vence el tiempo, que se mira en la mar que la rodea en sus cuatro puntos cardinales, que hace girar la rosa de sus vientos cuando pierde su norte para encontrar su sur de un castillo en lontananza hacia el oeste, de una cárcel tan vieja que no cuenta con más presos que su historia, murallitas de San Miguel y San Rafael resistiendo vendavales en su abrazo de piedra desde el flanco del Matadero hasta el Baluarte de los Mártires.


Cádiz guardada por sus mártires de siglos y de cerros, Servando y Germán, legionarios que depusieron armas para alzar la cruz de Cristo y morir a las puertas de aquella Gades romana de hace casi dos milenios, en ese camino hacia el sur, encadenados y descalzos, que emprendieron desde la Augusta Emérita por orden de Viator, prefecto de Roma.


Servando y Germán, etimológicamente “el que guarda” y “lancero, guerrero”; Santos Patronos de una ciudad que guardan desde las alturas de sus triunfos en las Puertas de Tierra, flanqueando la torre del ayuntamiento o el hermoso ventanal del pórtico central de una Catedral en la que tienen dedicadas para su veneración sendas capillas presididas por las portentosas esculturas que tallara “La Roldana”. Desde sus distintas atalayas, divisan el norte, el este y el oeste desde un sur que no precisa vigilancia porque, más allá de él, se extiende otro sur que llega allí donde el cielo se besa con la mar única de Cádiz.


Cádiz que, con los años, fue olvidando a sus Patronos vigilantes desde aquellas Puertas del Mar que tal vez no fueran más que la antesala de las propias puertas del Paraíso. Pero hoy los mares los guardan su Estrella en el Carmelo y el Bendito Rosario de su Eterna Galeona, Capitana de esa mar de los puertos celestiales, que es la mar que se arrulla con el cielo, allí donde comienza un horizonte que no acaba.


Por eso, Servando y Germán, que no olvidaron a Cádiz, vigilan la tierra que se adentra desde las murallas y baluartes que la separan de un mar cuyos ímpetus detiene la Palma Milagrosa de la Virgen. Ellos guardan la tierra prometida, el edén de las torres miradores, Vigías de los Cielos de esta tierra que los tiene por sus Santos Protectores.


Esta tierra del sur de todos los sures que, más allá del sur, ampara el eterno idilio de una mar y de un cielo que se saben mirados desde el vendaval de una muralla cuando se besan.


Miguel Ángel Novo Pérez

martes, 29 de marzo de 2011

domingo, 27 de marzo de 2011

miércoles, 23 de marzo de 2011

Las Glorias que guardan a Cádiz, Ntra. Sra. del Rosario Coronada

ROSARIO, DE CADIZ.


No sé muy bien qué hago yo hablando de Ti. No sé siquiera, si debiera.


No sé, María, no sé. Si siempre he sido y lo seguiré siendo, de los que “entregan la cuchara” en la Alameda y lo sabes. Pero al menos lo reconozco.


Reconozco igualmente mis dudas y eso me da la Libertad de expresar lo que siento y pienso. Al fín y al cabo me da a mí que Tú nos prefieres así. ¡Que de “ojana” ya debes de estar hartita¡


Es curioso, la verdad es que siempre me llamó la atención. Era y me dá que es y si no lo remedia nadie seguirá siendo, como aquél añejo programa de los principios de la TV: “Reina por un día”. Un día al año, solo un día, tocaba acordarse de que Cádiz tiene Patrona.


Y dicho y hecho a por la varita de nardo y a Santo Domingo, la de los mármoles fríos y las miradas por encima del hombro.


Y allí no faltaban ninguno de los miembros de la “jet set” más casposa de la ciudad, alrededor de la Historia de todos, apoderándose sus Damas , bajo cintas celestes y blancas y tocadas de peinados imposibles, un año más , otro más , de Ella.


Así es como te recuerdo en mi infancia, Rosario.


Sin embargo en mi juventud más rebelde y cofradiera, te recuerdo hecha una Mujer, poniendo a Cádiz boca abajo, toíta Cádiz contigo y Tú en la Viña, y Tú en Santa María, Y Tú siéndote de verdad, la Dueña de esta bendita tierra.


Cádiz, con Su Patrona, ¡qué tiempos!


Pero ¡Ay! María, aquello como tantas cosas en este pedacito de Mundo, pasó y ahora…. Me da a mí que….


Habrá eruditos, seguro, que vengan a decir y motivar que de esa “complicada relación contigo” la culpa la tiene el lugar donde asientas Tu Casa. Y es que al parecer en siglos pretéritos, allí había un muladar o lo que es lo mismo un basurero, vamos. Y de “aquellos barros estos lodos”. A mí la verdad me da que no. La Historia está ahí y no la pongo en duda, pero de ahí a pensar esto…


Soy más de pensar que como en tantas cosas de nuestra Ciudad, hay que pegar un porrazo en la mesa de vez en cuando y llamar a las cosas por su nombre para que nuestra conciencia más dormida peque “un respingo” y “nos vengamos arriba”.


Y eso es lo que pretendo en estas líneas.


Por eso María permíteme que desde la lejanía de mi día a día y mirándote a los ojos de mi permanente recuerdo por mi tierra, te pregunte:


¿Qué haces ahí Mujer? Rosario de Cádiz, Patrona, Vigía y cautiva de hábitos blancos y negros como la Vida, que se empeñan en mostrarte como “Su tesoro”.


¿Qué haces ahí Mujer? Rosario de Cádiz, Madre, Reina y utilizada las más de las veces como símbolo del más ridículo aburguesamiento de unos ricos venidos a menos.


¿Qué haces ahí Mujer? Sal de ahí, de ese retóricamente mal nombrado relicario.


Sal y ven a decirnos que Tú no eres sólo de Santo Domingo.


Que Tú no eres sólo la de cada 7 de Octubre.


Que Tú no eres sólo la de la mirada distante y fría.


Que Tú no eres la eterna propiedad de unos pocos.


Que Tú no eres “Su” Patrona, que Tú eres la de todos, la de Cádiz.


Que eres Rosario, de Cádiz.


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Paco Rincón, el que por siempre será del Carmen y que por ser Gaditano rinde honor a Su Patrona, Rosario, la de Cádiz.

domingo, 20 de marzo de 2011

El Guardabrisas de Carlos Alarcón, 20.03.11

MEDINACELI. La nueva junta de Ismael Pampará no realizará grandes cambios este Jueves Santo, aparte del propio día de salida aprobado en cabildo. Ni tan siquiera este año la bellísima talla de San Juan acompañará a la Virgen de la Trinidad -como lo hizo en algunas salidas en la década de los ochenta- que podría ser un cambio sencillo que demostrara “nuevos aires”.

VICTORIA. La Asociación de los cargadores del palio de la Expiración organiza cada Cuaresma uno de los ciclos de charlas y coloquios más variados y entretenidos. Para la mesa del martes hay mucha expectación, tanto por el tema; relación entre Carnaval y Semana Santa, como por el moderador, Emilio Gutiérrez Cruz “El Libi”. Enhorabuena a Paco Melero y su buena gente.

INERCIA. La del Consejo, que un año más afronta la Semana Mayor sin mejora alguna en la carrera oficial. Ni probatura de palcos, en la parte de Ancha que se pueda, que se puede, ni mayor control (debe ser la única carrera oficial de Andalucía donde el público puede ir por en medio), ni mejora en la iluminación, ni una banda delante de la primera cruz de guía…

PLENO. Tiene la permanente un problema con la Magna, no ha gestionado bien el enfado en la Hermandad del Caído. Si el pleno acepta incluirla en la comisión organizadora puede haber algún enfado que lleve a dimisión. Tampoco la hermandad ha estado muy diplomática en su enfado, pero en Cobos tenían que haber resuelto con diligencia este asunto. Una cofradía más no molesta en la venidera Magna. Por cierto ¿está el clero dispuesto a permitir el retraso en el inicio del último día del Triduo Pascual?

MEMORIA. Leer estos días la sección de efemérides de DIARIO DE CADIZ sobre los años de la II República; conocer la enorme censura que impidió a este medio informar sobre los incendios a las iglesias de Cádiz; saber de algunas medidas de la Diputación de entonces; sorprendernos con los ataques al P. Ternero; dan buena cuenta de lo convulso y difícil de aquellos años de tan “idílico” régimen. Pero esta memoria a los del rencor no les interesa divulgarla.

SAHUMERIOS. Sentido pésame a Isidro Sánchez y familia, por el fallecimiento de su Sra. Esposa QEPD ¡cuántos años dando los últimos retoques a los monaguillos de San Pablo! Sorprendentemente no había posibilidad de volver de urgencia por si la lluvia hacia acto de presencia en el pasado vía crucis general; la cancela del callejón del Obispo estaba cerrada y nadie tenía la llave. Nos alegra ver felizmente recuperado al cofrade Antonio Llaves. Noticia: aceptables relaciones entre el párroco y la Hermandad de Columna.



miércoles, 16 de marzo de 2011

Las Glorias que guardan a Cádiz, Ntra. Sra. de La Palma Coronada

Virgen de La Palma, bajo tú protección divina


Si existe un lugar por antonomasia en nuestra ciudad que tenga conocimientos de fuertes vientos, borrascas, temporales y hasta tsunami, ese es sin lugar a dudas, el gaditanísimo Barrio de la Viña. Un barrio ligado principalmente por su situación geográfica, a los vientos del oeste, del sur y del suroeste. Vientos de tempestades y torbellinos que encontrarán como guardianes de ese barrio, a las muros milenarios de San Sebastián y Santa Catalina, y como protección divina, a una Virgen, la de La Palma, para que a sus vecinos les sirva de auxilio.


Vientos embravecidos que se inmiscuye al este por la calle San Félix, Corralón de los Carros, Tío de la Tiza, Trinidad, Patrocinio, Belén, Celestino Mutis, Pastora, Hermano Ignacio y Virgen de las Penas. Que se hacen perversos al oeste cuando corretean desenfrenados por la calle Venezuela, Cristo de la Misericordia, Cardoso, Portería de Capuchinos, Arricruz y San Nicolás. Y que se vuelven mansos cuando es la calle de La Palma la que alza a los Cielos su Estandarte para salvaguardar de esa manera, las almas de todos aquellos que se posan a sus plantas para rezarle. Y al fondo de su calle -esa que pernocta cada día en el mar- una torre-campanario como un centinela espiritual, desde que en 1.693, una familia, la de Peñalba, cediera sus viñas denominadas de “malavá”, para que fuese en ese terreno donde se sembrasen hasta la eternidad, las uvas sagradas de la Eucaristía.


Vientos que se transforman en penurias y calamidades, cuando es la tempestad la que se introduce por el interior de cada una de las casas del Barrio de la Viña, trayendo así; necesidad, amargura y pobreza. Vientos que arrancan de un mismo corazón, el dolor resquebrajado y la pena afligida de una propia Madre que cada Lunes Santo, llora la muerte de su Hijo clavado en la Cruz. Vientos de sufrimiento y desconsuelo para aquellos que desesperados suspiran por Tú Misericordia, clamando la falta de aura para seguir viviendo y un trozo de pan para poder compartirlo.


Y antes esos vientos impetuosos con nubarrones que revolotean sin dirección controlada un barrio que mira a través de su mar al infinito, unos gozos con devoción, a la que es Madre de Dios y Reina de La Palma Coronada:


Virgen María
Mística Palma
Tú eres Señora
nuestra Esperanza.

Ya a mucho tiempo
que por Tú causa
se libró Cádiz
de una desgracia.

Al ver Tú imagen
¡oh! Madre amada
se retiraron
al mar las aguas.


Pedro Bueno Cruces

lunes, 14 de marzo de 2011

Semana Santa en el Barrio de San José 2011





La Iglesia de María Auxiliadora Coronada acogerá el sábado 26 de Marzo a las 20:30 horas, por primer año, el cartel anunciador de la Semana Santa en el barrio de San José. Editado por la cuadrilla de cargadores del Señor del Amor despojado de sus vestiduras.

La presentación correra a cargo de Manuel Ruiz Gener , capataz de María Stma. de la Caridad, Stmo. Cristo de la Piedad y de Ntra. Sra. del Carmen Coronada.

El autor de la obra es el fotógrafo gaditano Rafael García Ramírez "RAGARA".

El acto se verá enriquecido por la interpretación de marchas procesionales a cargo de la agrupación musical "Polillas" de nuestra ciudad.

El cartel se podrá adquirir con un donativo de 1,50€.Con la recaudación, la cuadrilla de cargadores quiere colaborar en los diferentes proyectos que lleva a cabo la hermandad salesiana.

domingo, 13 de marzo de 2011

El Guardabrisas de Carlos Alarcón, 13.03.11

MEDINACELI. Normalizada la situación en la hermandad -con la buena disposición del Secretariado- espera la cofradía de Santa Cruz vivir, y hacernos vivir, una intensa jornada cofradiera en el vía crucis general, protagonizada por uno de los grandes iconos devocionales de la ciudad. Volverá la imagen de Jesús, por el arco de la Rosa. Es una lástima que no se abra la puerta de San Germán de la Seo, para volver por el arco del Obispo. También hubiese sido una estampa única. Suerte a la nueva junta



CABILDO. De canónigos. No está mal que el Cabildo Catedral recabe ayudas donde pueda para la restauración de la Seo. Pero solicitando dinero a las hermandades yerra el tiro. En Semana Santa, la apertura y cierre del templo, y el control de acceso es responsabilidad y está financiado por las cofradías, a las que el Cabildo de Canónigos niega el acceso con los cirios de los nazarenos encendidos. No olviden los calonges, y algún destacado “monaguillo” que fueron las cofradías, junto al P. Gaona, quienes más lucharon por la reapertura de la Catedral. Que la Seo, no es, no debe ser un museo, sino un templo vivo.


MARTES SANTO. La incorporación a esta jornada de la Hermandad de Sanidad, sólo puede ir en beneficio de la jornada. Así lo han visto el resto de las cofradías del día que han facilitado su incardinación. El carácter de cofradía de “negro” enriquece uno de los días con mayor calidad artística en imaginería. A excepción del Caído, el día nos demostraba que a las cofradías de centro, las muy históricas, les cuesta mucho progresar como quisieran.


LOS RETOS. Otro año más y el Consejo no afrontará algunos de los retos para la Semana Mayor: la dignificación de la Carrera, la sobreiluminación, los cirios encendidos en el interior de la Seo, le excesiva anchura del pasillo entre palcos de la Catedral……


SAHUMERIOS. Nos acordaremos de Evelio Igunza y de Pablo Chaves en esta Cuaresma. La figura y el trabajo de Rafael Corbacho debe ser reconocido por el Consejo. Muchas marchas las previstas antes del pregón, alguna de dudosa categoría. El cartel oficial todo un homenaje a los SMAES ¡que de luces! Las mismas que faltan en Cobos.

El ladrón de la Catedral se llevó las cruces pectorales y los anillos de dos obispos. Por Jesús Cañas

El hermetismo era absoluto. Toque de queda para todos los que están vinculados a la Catedral gaditana y su Cabildo Catedralicio. El objetivo era que no trascendieran las piezas que el pasado mes de enero sustrajo un ladrón de la Sacristía Alta del Primer Templo Diocesano. Tan solo una aclaración, realizada por el administrador de la Catedral, el padre José Vizo: «Las piezas no eran de gran valor. Era lo menos que podía haber pasado». Pero lo cierto es que este periódico ha podido conocer el botín que supuestamente Ramón R. E. (ya detenido tras robar hasta en dos espacios sagrados más) se llevó un domingo sin determinar del pasado mes de enero. En concreto, del armario de las dependencias desaparecieron dos estuches pertenecientes a anteriores obispos de la Catedral. Eran las cruces pectorales y los anillos de los obispos José María Rancés (prelado de Cádiz y Algeciras de 1898 a 1917) y Tomás Gutiérrez Díaz (obispo de Cádiz y Ceuta de 1943 a 1964).



Las cruces estaban realizadas en metales nobles como la plata y el oro y adornadas con pedrería. En el caso de la joya del obispo Rancés, la cruz estaba enriquecida con piedras preciosas. Todo un trabajo de orfebrería que, en el caso de algunos objetos, el ladrón se encargó de desmontar en trozos menores para intentar venderlas en tiendas de compro oro. En total, obtuvo 1.600 euros, tal y como puntualizó la Policía Nacional. Sin embargo, solo en su valor material podría haber sido tres veces más. Todo ello sin contar el evidente valor artístico, histórico y sentimental en piezas que solía utilizar el actual obispo Antonio Ceballos en celebraciones especiales como el Corpus o los Pontificales.


En cualquier caso, en la Catedral se conservan piezas de menos valor que las que se custodian, con importantes medidas de seguridad, en el Museo Diocesano. Controles también existentes en la Seo pero que no han podido evitar la sustracción de los atributos de los dos anteriores prelados.


En este sentido el padre Vizo sí quiso matizar que las medidas de seguridad son suficientes: «Hay instaladas nueve cámaras de seguridad además de candados en todas las capillas de la Catedral». Un sistema que se reforzó tras el robo de dos lienzo -que finalmente aparecieron- en abril de 2007.


En esta última sustracción todo parece indicar que el ladrón aprovechó una misa de domingo en la Catedral para vulnerar el cordón que se instala en los accesos a la girola durante las eucaristías. Una vez atravesado el cordón, Ramón R. E. accedió a la Sacristía Alta, contigua a la Capilla del Sagrario. Allí se custodiaban en vitrinas, entre otras piezas, las ya robadas que se encontraban allí mientras se ejecutan las labores de restauración en la sacristía baja.


Todas las estancias estaban en ese momento abiertas, incluyendo los muebles, ya que «probablemente el robo lo cometió mientras se realizaban los ofertorios», como puntualiza Vizo. Como el propio sacerdote remarca, «lo más seguro es que optara por llevarse lo menos voluminoso porque en ese armario se guardaban cosas de mayor valor». En este sentido, el administrador intentó no darle mayor trascendencia al hecho: «No eran cosas que se utilizaban en los cultos de la Catedral».


Sin fecha


En cualquier caso, la reconstrucción de los hechos parte de una hipótesis ya que no se sabe a ciencia cierta cómo ocurrió la sustracción. De hecho, en la Catedral el robo se descubrió más de 15 días después y para ese entonces el sistema de seguridad centralizado en el Museo ya no guardaba las imágenes capturadas por una cámara de seguridad, ubicada sobre la puerta de acceso a la Sacristía Alta.


Cuando se descubrió el robo fue cuando el propio Cabildo decidió denunciarlo de inmediato a la Policía Nacional. Hoy, con el supuesto ladrón ya detenido, en la Catedral prefieren no bajar la guardia. «Ahora la limpiadora o el sacristán cierran cada vez que salen de una estancia», explica resignado Vizo ante un robo «difícil de impedir».


Una sustracción que la Delegación de Cultura desconocía. Desde la propia institución confirmaban a este medio que no tenían constancia del robo, «al menos en el departamento donde deben denunciarse esos hechos». Ahora, con parte de las joyas desaparecidas para siempre, tan solo queda apelar al Catálogo de Bienes Muebles de la Catedral para poder rehacer las cruces y los anillos perdidos. Al menos para poder devolver a la propia Iglesia y a Cádiz el patrimonio que forjó su pasado y que ahora constituye su presente.

sábado, 12 de marzo de 2011

Concierto Tertulia al Palo

El próximo 5 de Abril, la Tertulia Cofrade Al Palo celebra su clásico concierto de cuaresma. Este año, dicho concierto estará dedicado a la Coronación Canónica de Ntra. Sra. de los Dolores - Servitas.






Cartel Semana Santa, JCC San Fernando 2011

viernes, 11 de marzo de 2011

MENSAJE DEL SANTO PADRE
BENEDICTO XVI
PARA LA CUARESMA 2011
«Con Cristo sois sepultados en el Bautismo,
con él también habéis resucitado» (cf. Col 2, 12)
Queridos hermanos y hermanas:
La Cuaresma, que nos lleva a la celebración de la Santa Pascua, es para la Iglesia un tiempo litúrgico muy valioso e importante, con vistas al cual me alegra dirigiros unas palabras específicas para que lo vivamos con el debido compromiso. La Comunidad eclesial, asidua en la oración y en la caridad operosa, mientras mira hacia el encuentro definitivo con su Esposo en la Pascua eterna, intensifica su camino de purificación en el espíritu, para obtener con más abundancia del Misterio de la redención la vida nueva en Cristo Señor (cf. Prefacio I de Cuaresma).
1. Esta misma vida ya se nos transmitió el día del Bautismo, cuando «al participar de la muerte y resurrección de Cristo» comenzó para nosotros «la aventura gozosa y entusiasmante del discípulo» (Homilía en la fiesta del Bautismo del Señor, 10 de enero de 2010). San Pablo, en sus Cartas, insiste repetidamente en la comunión singular con el Hijo de Dios que se realiza en este lavacro. El hecho de que en la mayoría de los casos el Bautismo se reciba en la infancia pone de relieve que se trata de un don de Dios: nadie merece la vida eterna con sus fuerzas. La misericordia de Dios, que borra el pecado y permite vivir en la propia existencia «los mismos sentimientos que Cristo Jesús» (Flp 2, 5) se comunica al hombre gratuitamente.
El Apóstol de los gentiles, en la Carta a los Filipenses, expresa el sentido de la transformación que tiene lugar al participar en la muerte y resurrección de Cristo, indicando su meta: que yo pueda «conocerle a él, el poder de su resurrección y la comunión en sus padecimientos hasta hacerme semejante a él en su muerte, tratando de llegar a la resurrección de entre los muertos» (Flp 3, 10-11). El Bautismo, por tanto, no es un rito del pasado sino el encuentro con Cristo que conforma toda la existencia del bautizado, le da la vida divina y lo llama a una conversión sincera, iniciada y sostenida por la Gracia, que lo lleve a alcanzar la talla adulta de Cristo.
Un nexo particular vincula al Bautismo con la Cuaresma como momento favorable para experimentar la Gracia que salva. Los Padres del Concilio Vaticano II exhortaron a todos los Pastores de la Iglesia a utilizar «con mayor abundancia los elementos bautismales propios de la liturgia cuaresmal» (Sacrosanctum Concilium, 109). En efecto, desde siempre, la Iglesia asocia la Vigilia Pascual a la celebración del Bautismo: en este Sacramento se realiza el gran misterio por el cual el hombre muere al pecado, participa de la vida nueva en Jesucristo Resucitado y recibe el mismo espíritu de Dios que resucitó a Jesús de entre los muertos (cf. Rm 8, 11). Este don gratuito debe ser reavivado en cada uno de nosotros y la Cuaresma nos ofrece un recorrido análogo al catecumenado, que para los cristianos de la Iglesia antigua, así como para los catecúmenos de hoy, es una escuela insustituible de fe y de vida cristiana: viven realmente el Bautismo como un acto decisivo para toda su existencia.
2. Para emprender seriamente el camino hacia la Pascua y prepararnos a celebrar la Resurrección del Señor —la fiesta más gozosa y solemne de todo el Año litúrgico—, ¿qué puede haber de más adecuado que dejarnos guiar por la Palabra de Dios? Por esto la Iglesia, en los textos evangélicos de los domingos de Cuaresma, nos guía a un encuentro especialmente intenso con el Señor, haciéndonos recorrer las etapas del camino de la iniciación cristiana: para los catecúmenos, en la perspectiva de recibir el Sacramento del renacimiento, y para quien está bautizado, con vistas a nuevos y decisivos pasos en el seguimiento de Cristo y en la entrega más plena a él.
El primer domingo del itinerario cuaresmal subraya nuestra condición de hombre en esta tierra. La batalla victoriosa contra las tentaciones, que da inicio a la misión de Jesús, es una invitación a tomar conciencia de la propia fragilidad para acoger la Gracia que libera del pecado e infunde nueva fuerza en Cristo, camino, verdad y vida (cf. Ordo Initiationis Christianae Adultorum, n. 25). Es una llamada decidida a recordar que la fe cristiana implica, siguiendo el ejemplo de Jesús y en unión con él, una lucha «contra los Dominadores de este mundo tenebroso» (Ef 6, 12), en el cual el diablo actúa y no se cansa, tampoco hoy, de tentar al hombre que quiere acercarse al Señor: Cristo sale victorioso, para abrir también nuestro corazón a la esperanza y guiarnos a vencer las seducciones del mal.
El Evangelio de la Transfiguración del Señor pone delante de nuestros ojos la gloria de Cristo, que anticipa la resurrección y que anuncia la divinización del hombre. La comunidad cristiana toma conciencia de que es llevada, como los Apóstoles Pedro, Santiago y Juan «aparte, a un monte alto» (Mt 17, 1), para acoger nuevamente en Cristo, como hijos en el Hijo, el don de la gracia de Dios: «Este es mi Hijo amado, en quien me complazco; escuchadle» (v. 5). Es la invitación a alejarse del ruido de la vida diaria para sumergirse en la presencia de Dios: él quiere transmitirnos, cada día, una palabra que penetra en las profundidades de nuestro espíritu, donde discierne el bien y el mal (cf. Hb 4, 12) y fortalece la voluntad de seguir al Señor.
La petición de Jesús a la samaritana: «Dame de beber» (Jn 4, 7), que se lee en la liturgia del tercer domingo, expresa la pasión de Dios por todo hombre y quiere suscitar en nuestro corazón el deseo del don del «agua que brota para vida eterna» (v. 14): es el don del Espíritu Santo, que hace de los cristianos «adoradores verdaderos» capaces de orar al Padre «en espíritu y en verdad» (v. 23). ¡Sólo esta agua puede apagar nuestra sed de bien, de verdad y de belleza! Sólo esta agua, que nos da el Hijo, irriga los desiertos del alma inquieta e insatisfecha, «hasta que descanse en Dios», según las célebres palabras de san Agustín.
El domingo del ciego de nacimiento presenta a Cristo como luz del mundo. El Evangelio nos interpela a cada uno de nosotros: «¿Tú crees en el Hijo del hombre?». «Creo, Señor» (Jn 9, 35.38), afirma con alegría el ciego de nacimiento, dando voz a todo creyente. El milagro de la curación es el signo de que Cristo, junto con la vista, quiere abrir nuestra mirada interior, para que nuestra fe sea cada vez más profunda y podamos reconocer en él a nuestro único Salvador. Él ilumina todas las oscuridades de la vida y lleva al hombre a vivir como «hijo de la luz».
Cuando, en el quinto domingo, se proclama la resurrección de Lázaro, nos encontramos frente al misterio último de nuestra existencia: «Yo soy la resurrección y la vida... ¿Crees esto?» (Jn 11, 25-26). Para la comunidad cristiana es el momento de volver a poner con sinceridad, junto con Marta, toda la esperanza en Jesús de Nazaret: «Sí, Señor, yo creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que iba a venir al mundo» (v. 27). La comunión con Cristo en esta vida nos prepara a cruzar la frontera de la muerte, para vivir sin fin en él. La fe en la resurrección de los muertos y la esperanza en la vida eterna abren nuestra mirada al sentido último de nuestra existencia: Dios ha creado al hombre para la resurrección y para la vida, y esta verdad da la dimensión auténtica y definitiva a la historia de los hombres, a su existencia personal y a su vida social, a la cultura, a la política, a la economía. Privado de la luz de la fe todo el universo acaba encerrado dentro de un sepulcro sin futuro, sin esperanza.
El recorrido cuaresmal encuentra su cumplimiento en el Triduo Pascual, en particular en la Gran Vigilia de la Noche Santa: al renovar las promesas bautismales, reafirmamos que Cristo es el Señor de nuestra vida, la vida que Dios nos comunicó cuando renacimos «del agua y del Espíritu Santo», y confirmamos de nuevo nuestro firme compromiso de corresponder a la acción de la Gracia para ser sus discípulos.
3. Nuestro sumergirnos en la muerte y resurrección de Cristo mediante el sacramento del Bautismo, nos impulsa cada día a liberar nuestro corazón del peso de las cosas materiales, de un vínculo egoísta con la «tierra», que nos empobrece y nos impide estar disponibles y abiertos a Dios y al prójimo. En Cristo, Dios se ha revelado como Amor (cf. 1 Jn 4, 7-10). La Cruz de Cristo, la «palabra de la Cruz» manifiesta el poder salvífico de Dios (cf. 1 Co 1, 18), que se da para levantar al hombre y traerle la salvación: amor en su forma más radical (cf. Enc. Deus caritas est, 12). Mediante las prácticas tradicionales del ayuno, la limosna y la oración, expresiones del compromiso de conversión, la Cuaresma educa a vivir de modo cada vez más radical el amor de Cristo. El ayuno, que puede tener distintas motivaciones, adquiere para el cristiano un significado profundamente religioso: haciendo más pobre nuestra mesa aprendemos a superar el egoísmo para vivir en la lógica del don y del amor; soportando la privación de alguna cosa —y no sólo de lo superfluo— aprendemos a apartar la mirada de nuestro «yo», para descubrir a Alguien a nuestro lado y reconocer a Dios en los rostros de tantos de nuestros hermanos. Para el cristiano el ayuno no tiene nada de intimista, sino que abre mayormente a Dios y a las necesidades de los hombres, y hace que el amor a Dios sea también amor al prójimo (cf. Mc 12, 31).
En nuestro camino también nos encontramos ante la tentación del tener, de la avidez de dinero, que insidia el primado de Dios en nuestra vida. El afán de poseer provoca violencia, prevaricación y muerte; por esto la Iglesia, especialmente en el tiempo cuaresmal, recuerda la práctica de la limosna, es decir, la capacidad de compartir. La idolatría de los bienes, en cambio, no sólo aleja del otro, sino que despoja al hombre, lo hace infeliz, lo engaña, lo defrauda sin realizar lo que promete, porque sitúa las cosas materiales en el lugar de Dios, única fuente de la vida. ¿Cómo comprender la bondad paterna de Dios si el corazón está lleno de uno mismo y de los propios proyectos, con los cuales nos hacemos ilusiones de que podemos asegurar el futuro? La tentación es pensar, como el rico de la parábola: «Alma, tienes muchos bienes en reserva para muchos años... Pero Dios le dijo: “¡Necio! Esta misma noche te reclamarán el alma”» (Lc 12, 19-20). La práctica de la limosna nos recuerda el primado de Dios y la atención hacia los demás, para redescubrir a nuestro Padre bueno y recibir su misericordia.
En todo el período cuaresmal, la Iglesia nos ofrece con particular abundancia la Palabra de Dios. Meditándola e interiorizándola para vivirla diariamente, aprendemos una forma preciosa e insustituible de oración, porque la escucha atenta de Dios, que sigue hablando a nuestro corazón, alimenta el camino de fe que iniciamos en el día del Bautismo. La oración nos permite también adquirir una nueva concepción del tiempo: de hecho, sin la perspectiva de la eternidad y de la trascendencia, simplemente marca nuestros pasos hacia un horizonte que no tiene futuro. En la oración encontramos, en cambio, tiempo para Dios, para conocer que «sus palabras no pasarán» (cf. Mc 13, 31), para entrar en la íntima comunión con él que «nadie podrá quitarnos» (cf. Jn 16, 22) y que nos abre a la esperanza que no falla, a la vida eterna.
En síntesis, el itinerario cuaresmal, en el cual se nos invita a contemplar el Misterio de la cruz, es «hacerme semejante a él en su muerte» (Flp 3, 10), para llevar a cabo una conversión profunda de nuestra vida: dejarnos transformar por la acción del Espíritu Santo, como san Pablo en el camino de Damasco; orientar con decisión nuestra existencia según la voluntad de Dios; liberarnos de nuestro egoísmo, superando el instinto de dominio sobre los demás y abriéndonos a la caridad de Cristo. El período cuaresmal es el momento favorable para reconocer nuestra debilidad, acoger, con una sincera revisión de vida, la Gracia renovadora del Sacramento de la Penitencia y caminar con decisión hacia Cristo.
Queridos hermanos y hermanas, mediante el encuentro personal con nuestro Redentor y mediante el ayuno, la limosna y la oración, el camino de conversión hacia la Pascua nos lleva a redescubrir nuestro Bautismo. Renovemos en esta Cuaresma la acogida de la Gracia que Dios nos dio en ese momento, para que ilumine y guíe todas nuestras acciones. Lo que el Sacramento significa y realiza estamos llamados a vivirlo cada día siguiendo a Cristo de modo cada vez más generoso y auténtico. Encomendamos nuestro itinerario a la Virgen María, que engendró al Verbo de Dios en la fe y en la carne, para sumergirnos como ella en la muerte y resurrección de su Hijo Jesús y obtener la vida eterna.
Vaticano, 4 de noviembre de 2010
BENEDICTUS PP. XVI

miércoles, 9 de marzo de 2011

Las Glorias que guardan a Cádiz.

La ciudad de Cádiz, mejor dicho el casco antiguo, ha sido uno de los enclaves que más tragedias ha padecido a lo largo de la historia. Ha sufrido desde ataques a expolios, todo por ser el núcleo urbano hasta la expansión a la zona de Puerta de tierras. En el casco antiguo de Cádiz era a donde estaban ubicadas las zonas de viviendas y comercios.

Pero está muy bien guardada por cuatro Glorias, Glorias de María y Gloria de los Santos Patronos. Glorias que cada cual debido a su ubicación están continuamente expectantes para salvaguardar a Cádiz.

Los Santos Patronos San Servando y San Germán vigilan continuamente el levante de la ciudad, La Virgen de La Palma coronada dirige su mirada al poniente. El Sur por nuestra Patrona la Santísima del Rosario coronada y el Carmen Coronada hace lo propio con el norte de nuestra antigua ciudad, o lo que es lo mismo Cádiz es continuamente guardada a través de estas glorias desde la entrada natural de la ciudad o sea el Istmo gaditano, por la Caleta, el océano Atlántico y la Bahía.

Y estas serán explicadas cada miércoles de esta Cuaresma por cuatro amigos, cuatro cofrades y cuatro compañeros. Miguel Ángel Novo Pérez, Pedro Bueno Cruces, Francisco Rodríguez Rincón e Inmaculada Ruiz Gener. Enlazaran la historia con una particular lectura de cómo cada advocación gloriosa vigilan y guardan a la ciudad en cada zona correspondiente.

Espero que sea del agrado de todos no sin antes dar las gracias particularmente a cada uno de los colaboradores antes mencionados por su colaboración con este blog cofrade.

Fdo. Francisco José Rodríguez Pérez.

martes, 8 de marzo de 2011

lunes, 7 de marzo de 2011

sábado, 5 de marzo de 2011

La historia de El Coba de Cádiz con su Nazareno de Santa María.

Se llama José María, pero la gente lo conoce más como “El Coba de Cádiz”. Voy a relatar una historia que alguien un día me contó, o me inspiró, (no recuerdo) y que es un alarde a la genialidad gaditana en defensa de lo que un genial gaditano sería capaz de hacer en pos de defender sus creencias, y sus convicciones.

Pues resulta que estaba El Coba una mañana en su casa, debía ser antes de las doce pues este como buen jubilado y de Cádiz sabe que antes aun no están puestas las calles y no sale a dar su paseo matutino, cuando sonó inesperadamente el timbre de su casa. Mira por la mirilla, que por cierto cada vez que mira por la mirilla se acuerda del clavazo que le dieron por un café irlandés allá por los noventa, y se dice.

-Joder, un tío muy bien trajeado, acompañado de un joven con rebeca y corbata. Me cago en la mar, ¡otra vez los testigos de Jehová!, pues yo no abro, que no tengo ganas de “calentauras” de coco.

Rinnggggg, insiste la puerta, y en un ataque de envalentonamiento se vuelve a decir, ”po” ahora se van a enterar estos de quien es “el cobita de cadi”.

Abre y le dicen;

- Muy buenas señor, perdone si así lo ha sido esta visita, pero queremos entregarles este folleto que explica y obedece a unas cuestiones que quizás a usted y a su familia pueda interesar.

Coge el folleto sin llegar a leerlo y de seguida responde de manera contundente.

Mirad yo ya tengo una edad, yo ya he vivido en la forma que tenía que vivir, he disfrutado de todo lo que se me ha permitido disfrutar, y sobre todo en mis convicciones religiosas.

-Ya, responde el más joven, si nosotros venimos solo a decir que aunque uno sea mayor la vida aun sigue caminando, que hasta el propio diablo crece en sus conocimientos cada día que vive.

-No, dijo El Coba, mirad y espero que comprendáis y entendáis que no pretendo cambiar de opinión en mi vida, solo os voy a decir unas cositas para que cuando se marchéis de aquí, sepáis que yo, José Mari, no va a cambiar de religión, ni de vida, incluso ni de conducta...

 

.…De “mu” chico me pusieron un traje de monaguillo ante la Sagrada imagen del Greñuo, que si no lo sabéis se trata del apelativo cariñoso que le ha puesto el pueblo de Cádiz a Jesús Nazareno de Santa María. Jesús que es el Alcalde perpetuo de mi ciudad, Cristo por el que yo me he partido y aun me parto los pies vistiendo el hábito nazareno muchas madrugadas, y también por mi tierra me he partido mi garganta cantándole en la fiesta de Don Carnal. Porque debéis saber chavales, en Cádiz el mismo que se parte el hombro cargando un paso le canta un pasodoble a la Caleta, o incluso el mismo que escribe un coro hace un pregón a su Virgen, en Cádiz somos muy pocos y nos tenemos que dividir.

Y sin cambiar de tema os quiero decir que desde hace mucho, yo le vengo rezando día a día al Nazareno, y todos los Jueves Santos hasta que Jesús me ponga a su vera me pongo una túnica guinda para ir delante de mi Dolores de mi alma. Y veo a mi Jesús y a mi María todos los días, y veo como las señoras y no tan señoras de mi barrio, así como a los jóvenes y no tan jóvenes de todo Cádiz, alegres aclamando al Señor de Cádiz por tanta dicha concedida. Veo y recuerdo como este greñuo un día libró a la ciudad de mucha miseria y hasta curó a la ciudad de la peste, veo como muchos diariamente les piden desde lo que podamos creer más insignificante, hasta lo más insospechado, y los veo como luego vuelven a solventar su deuda, pues todo ha salido bien.

Yo solo os digo que la túnica nazarena de mi Cofradía vale más que todas las fuentes de Roma, y mi religión es esa, la de Santa María y del cielo, sin olvidar que tras esta, está la Santa Madre Iglesia
.

Los muchachos ante las palabras de José María y casi perplejos le dicen

-Hombre yo sé que esto no es a lo que hemos venido, pero visto desde este prisma y que a los tres nos une la creencia de un Dios, a lo mejor deberíamos de plantearnos ir a visitar a Jesús Nazareno para pedir que nos ayude.

-¡Seguro!,
respondió El Coba, Jesús no entiende de religiones, ni de ideologías, solo es amor. Y si le pedís con amor vuestras necesidades, Él, seguro que os escuchará y os ayudará.

Se marcharon los jóvenes no sin antes dejar los datos a este querido gaditano para que los hicieran hermanos de la Cofradía, y hasta habían encargado sus correspondientes túnicas nazarenas para el próximo Jueves Santo, y entonces pensó El coba

Ahí que ver lo que el Nazareno es capaz de hacer, he conseguido que esos testigos de Jehová se hagan Hermanos del Nazareno.

Mientras que los dos bajaban para abajo se decían, espero que Jesús Nazareno nos haya iluminado en esta visita, y que tras ser peregrinos de su mensaje y Nazarenos de su penitencia, nos venga a bien en nuestra vida laboral.

Y fue cuando El Coba miró el folleto que estos le habían dejado y ponía “¡Ediciones Planeta, compre su enciclopedia en cómodos plazos y sin intereses!”

Es que la fusión El Coba/Nazareno, es punto y a parte

A la pa de Dió