Navega y conoce

COMO NAVEGAR Y CONOCER EL CONTENIDO DEL BLOG

.-Usa las etiquetas temáticas que están situadas a la derecha, y podrás acceder a todo lo que esté publicado.

.-Para ir a la página inicial pincha
"AQUI"


sábado, 18 de octubre de 2008

Virgen del Valle

Vicente Gómez Zarzuela compuso esta portentosa marcha procesional en el año 1898, en memoria de su amigo Alberto Barrau, ahogado en un desgraciado accidente en el río Guadalquivir.

La introducción está construida como un diálogo entre los metales graves (melodía descendente) y la madera, indicado "piano", y rematado con un acorde "fortissimo" de toda la banda. Este esquema se repite en sucesivas modulaciones (mi bemol mayor, fa menor, do menor, esta vez en una melodía ascendente). Tres acordes "fortissimo" sobre la tónica y la dominante de do menor (tonalidad definitiva de la obra) nos llevan al inicio de la primera sección.

El primer tema fluye con una dulzura exquisita, caracterizado por un suave cromatismo y el rítmico acompañamiento en tresillos de corcheas seguidos de blanca con puntillo en los clarinetes segundos y terceros y saxos tenores. Esto, juntamente con el acompañamiento en las voces más graves sobre figuras de negra, dotan a esta primera parte, a pesar de su carácter doloroso y fúnebre, de un gran dinamismo.

Un crescendo intensísimo conduce a la reexposición del primer tema en "fortissimo", que concluye con un acorde seco similar a los de la introducción.

El segundo tema se inicia directamente en mi bemol mayor, y refleja una atmósfera más sosegada, casi optimista, pero, tras un crescendo da paso a un tercer tema, nuevamente en la tonalidad de do menor, y de un extraordinario dramatismo, especialmente hacia el final, cuando, sobre acordes pedal de los metales graves, la melodía es reforzada por una secuencia de acordes en corcheas a través de sucesivas modulaciones, hasta culminar nuevamente en un poderoso acorde (fa sostenido-la natural-do-mi bemol). Tras esto, un impresionante "pianissimo" centra la armonía nuevamente sobre la nota sol, dominante de la tonalidad (do menor), y da paso a una breve e intensísima coda a cargo de los clarinetes y saxos en sus registros más sombríos.

La marcha se extingue como un corazón que dejara de latir, en un susurro

Fuente: Patrimonio Musical




No hay comentarios: