No queremos que se escape el momento de hablar de la designación del nuevo pregonero, nombramiento que dicho sea de paso ha sido de un peloteo increíble propio de un abrazafarolas. Y con ello haber dejado escapar la ocasión de que este pregón del 2012, lo realizara un hombre conocedor de la Semana Santa, que fuera un pregonero de gran renombre, con un consabido don de la escritura y buen orador. Este pregón podía haberse preparado como el pregón del 2012 que quedara en los anales con un nombre que suene en el mundo cofrade, aunque no fuera de Cádiz.
Y en Cambio nombran al Teniente de Alcaldesa del Ayuntamiento de Cádiz José Blas Fernández Sánchez, que independientemente que sea político o no, no creo que haya despuntado como pregonero, es mas hasta son muchos los cofrades que desconocen si ha realizado alguno. De su faceta como Cofrade, parece ser que todo se limita a su Hermandad y Parroquia, que no es poca por cierto, pero eso a priori solo debe de valorarse para pregonar algún acto de su Cofradía o Parroquia, aunque esto es una opinión
Pero vamos, ya ante este despropósito del que por supuesto no tiene culpa el pregonero de nuestra Semana Mayor, y aunque ya son muchas voces que han demostrado su disconformidad con esta designación por parte del Consejo local, ahora es el momento de darle la enhorabuena, una cosa no tiene nada que ver con la otra. Ahora al coloquialmente conocido como Pepe Blas, le toca plasmar en unos folios lo que luego tendrá que pregonar en el coliseo gaditano para dar el pistoletazo de salida al inicio primero de una semana de montajes de ceras, de palios, de misterios etc, para que ese Domingo de Ramos cuando se abran las primeras puertas de nuestras iglesias, comience la semana que antes se pregonó para que todo culmine entre palabras sentidas y sentidas lágrimas.
Por eso este pregón no debe ser recordado como el del cajonazo del periodista, o el de la oportunidad perdida por la efeméride que nos depara el 2012. Este pregón será simplemente el que realice José Blas Fernández Sánchez y cuando lo hayamos escuchado llegará el momento de dar nuestra opinión, para bien o para mal.
“A la pá de Dió”.
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