Hoy es tu día grandísimo y estimado amigo, hoy de nuevo se va a cumplir la grandeza de tu Semana Santa. Hoy mientras tu mires al Señor azotado, yo te miraré a ti para recordar todo lo bueno que hemos vivido juntos, y de todo lo que ambos hemos aprendido.
Tú fuiste el culpable de que bajo esa Señora de Las Lágrimas, tuviera yo la fortuna de llevarla muchos Martes Santos sobre mi hombro. Contigo comencé como Cargador de La Soledad e incluso fuimos juntos hasta Jerez para portar a la Virgen de la Confortación de la Hermandad del Huerto.
Hoy es tu dia pues de nuevo serás el mas afortunado de todos los afortunados de la Cofradía de Columna hoy aunque tu hombro no porte la Reina del campo de la Jara, serás la antesala de su hermosura. Aunque no des la “llamá” del ¡LISTO LOS DE ATRÁS! bajo su palio, si la llamarás para que siga tu paso. Porque tras la Hermosura de la Madre nuestra, antes hemos visionado el trágico castigo de Jesús azotado por algo que no hizo, que será procesionado por la ciudad bien guiado y bien mandado por tí.
Afortunado Salvita y afortunado de mi por conocerte y tenerte como amigo. Si existiera el galardón al “pequeño de mayor corazón”, este meritoriamente iría a parar a las manos de tu persona, a la de Salvador Rosa Mascareña.
Un fuerte abrazo.
“A la pa de Dió”
Tú fuiste el culpable de que bajo esa Señora de Las Lágrimas, tuviera yo la fortuna de llevarla muchos Martes Santos sobre mi hombro. Contigo comencé como Cargador de La Soledad e incluso fuimos juntos hasta Jerez para portar a la Virgen de la Confortación de la Hermandad del Huerto.
Hoy es tu dia pues de nuevo serás el mas afortunado de todos los afortunados de la Cofradía de Columna hoy aunque tu hombro no porte la Reina del campo de la Jara, serás la antesala de su hermosura. Aunque no des la “llamá” del ¡LISTO LOS DE ATRÁS! bajo su palio, si la llamarás para que siga tu paso. Porque tras la Hermosura de la Madre nuestra, antes hemos visionado el trágico castigo de Jesús azotado por algo que no hizo, que será procesionado por la ciudad bien guiado y bien mandado por tí.
Afortunado Salvita y afortunado de mi por conocerte y tenerte como amigo. Si existiera el galardón al “pequeño de mayor corazón”, este meritoriamente iría a parar a las manos de tu persona, a la de Salvador Rosa Mascareña.
Un fuerte abrazo.
“A la pa de Dió”
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