Recuerdo que hubo una época en la que prolificaron, quizás en demasía, los pasos “juveniles”. Un Cristo de la Victoria cuya iconografía era la colocación de la Cruz sobre los hombros de un Cristo, la Oración del Huerto, creo recordar con palio incluido, y el famoso Cristo cautivo de la Amistad.
Se concentraban el viernes de Dolores y con ello los chavales y menos chavales se distraían, sacaban su pasito a la calle, y poco más. No eran miembros de la Iglesia, eran grupos de gente que no hacían ni bien ni mal, ni estaban en contra de las procesiones ni querían ser una alternativa cual Iglesia del Palmar de Troya. Solo querían distraerse.
Dictatorialmente el Consejo Local de aquel entonces, creyéndose subdelegación de gobierno y con los poderes que aun mantiene la Iglesia sobre la ciudad, logró eliminarlos, quizás engañados. Se les invitó a cambiar esas procesiones por cruces de mayo, y así se hizo.
Y ahora otra parte de las cofradías siguen insistiendo en eliminarlas también, que no son parte de la Iglesia y molestan más que dan. Eso se llama ni vive ni deja vivir, o como se suele decir con la Iglesia hemos topado, lo que antes molestaba se soluciona ofreciendo lo que ahora curiosamente también molesta.
Desde mi punto de vista lo único que aconsejo es que deben de reglarse, pertenecer a una entidad y solicitar los permisos pertinentes con los derechos y obligaciones como si se tratara de una manifestación o concentración religiosa, política, social o sindical.
Aunque no es menos cierto que no se que puñetas se siente sacando una cruz llena de flores, hartarse de sudar y encima costarte el dinero, pero eso es otro tema.
“A la pá de Dió”
Se concentraban el viernes de Dolores y con ello los chavales y menos chavales se distraían, sacaban su pasito a la calle, y poco más. No eran miembros de la Iglesia, eran grupos de gente que no hacían ni bien ni mal, ni estaban en contra de las procesiones ni querían ser una alternativa cual Iglesia del Palmar de Troya. Solo querían distraerse.
Dictatorialmente el Consejo Local de aquel entonces, creyéndose subdelegación de gobierno y con los poderes que aun mantiene la Iglesia sobre la ciudad, logró eliminarlos, quizás engañados. Se les invitó a cambiar esas procesiones por cruces de mayo, y así se hizo.
Y ahora otra parte de las cofradías siguen insistiendo en eliminarlas también, que no son parte de la Iglesia y molestan más que dan. Eso se llama ni vive ni deja vivir, o como se suele decir con la Iglesia hemos topado, lo que antes molestaba se soluciona ofreciendo lo que ahora curiosamente también molesta.
Desde mi punto de vista lo único que aconsejo es que deben de reglarse, pertenecer a una entidad y solicitar los permisos pertinentes con los derechos y obligaciones como si se tratara de una manifestación o concentración religiosa, política, social o sindical.
Aunque no es menos cierto que no se que puñetas se siente sacando una cruz llena de flores, hartarse de sudar y encima costarte el dinero, pero eso es otro tema.
“A la pá de Dió”
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