Ahora que se vuelve a abrir las puertas de la cotidianidad, donde tras los merecidos descansos de ese agosto inhábil, que solo deja de serlo ese quince glorioso por lo menos en Cádiz, es momento de comenzar una nueva andadura que nos deparará nuevas historias, nuevas situaciones que casi todas redundarán sobre las Cofradías y por supuesto sobre sus estaciones penitenciales.
Como vuelta al cole llegamos a este septiembre con un objetivo a esperar, la dignidad por encima de todas las cosas en las cofradías gaditanas. Dignidad por la que luchan en San Antonio día tras día, año tras año, Semana Santa tras Semana Santa, pero que tristemente vuelve a sufrir y padecer la intransigencia de a quien tan bien le sienta el alzacuello, y a quien tan mal le brilla su corazón cristiano.
Pero debemos de volver a mirar con la esperanza necesaria para que todo vuelva a ser como deseamos los cofrades, debemos de esperar que el nuevo nombramiento de un nuevo Pastor, de un nuevo Obispo, logre poner paz en ese lugar a donde solo existe guerra, aunque se revista diariamente de blanco su altar.
Ojalá este nuevo curso cofrade sirva para que cada cofradía, cada cofrade, logre unirse en torno a las sagradas imágenes de los distintos momentos de la pasión y la advocación Mariana pertinente. Que cada persona ponga su granito de arena para que se logre por fin que en su cofradía se viva en armonía y paz dentro de nuestra Fe. Que todos podamos ser un poquito mejor, que cada Director espiritual logre que los cofrades vivan felices conjuntamente con ellos…. Que comprendamos siempre al prójimo sin creer que somos nosotros los únicos que esperan comprensión.
Que este curso cofrade le depare una bienvenida al nuevo Obispo y sobre todo que sea un ejemplo.
“A la pa de dio”
Como vuelta al cole llegamos a este septiembre con un objetivo a esperar, la dignidad por encima de todas las cosas en las cofradías gaditanas. Dignidad por la que luchan en San Antonio día tras día, año tras año, Semana Santa tras Semana Santa, pero que tristemente vuelve a sufrir y padecer la intransigencia de a quien tan bien le sienta el alzacuello, y a quien tan mal le brilla su corazón cristiano.
Pero debemos de volver a mirar con la esperanza necesaria para que todo vuelva a ser como deseamos los cofrades, debemos de esperar que el nuevo nombramiento de un nuevo Pastor, de un nuevo Obispo, logre poner paz en ese lugar a donde solo existe guerra, aunque se revista diariamente de blanco su altar.
Ojalá este nuevo curso cofrade sirva para que cada cofradía, cada cofrade, logre unirse en torno a las sagradas imágenes de los distintos momentos de la pasión y la advocación Mariana pertinente. Que cada persona ponga su granito de arena para que se logre por fin que en su cofradía se viva en armonía y paz dentro de nuestra Fe. Que todos podamos ser un poquito mejor, que cada Director espiritual logre que los cofrades vivan felices conjuntamente con ellos…. Que comprendamos siempre al prójimo sin creer que somos nosotros los únicos que esperan comprensión.
Que este curso cofrade le depare una bienvenida al nuevo Obispo y sobre todo que sea un ejemplo.
“A la pa de dio”
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