Pues
hoy es el último día de este año querido amigo, normalmente nuestra
conversación la tengo hecha con la debida antelación y sin dejar nada a lo que
se me pueda olvidar.
Pero no
significa que me haya olvidado de ti, sigo pensando que eres un cabronazo pues
el paso espero ese reencuentro entre ambos, pero de momento me voy a centrar en
lo que hay, o mejor dicho en lo que ha habido.
Sabrás
que este 2012 ha sido un año atípico donde los haya, Cádiz ha ensalzado mas su
fachada para celebrar un bicentenario que mas que celebrarlo había que haberlo
lamentado, pero vamos amigo, de eso no es lo que se trata.
Después
de 30 años por fin se hizo una procesión magna, jajajaja, aun recuerdo cuando
tu me comentabas que cargaste ese año el Cristo del Perdón, y que terminaste y
que totalmente reventado. Pues este año se volvió a realizar de una manera casi
extraordinaria, y digo casi pues no me gustó tanta parafernalia de sillas que
desde la misma Catedral hasta el final de San Antonio se olvidaron del pueblo
que quiere ver las procesiones sin tener que soltar un dinerito.
Pero bueno se cubrió el expediente y
Cofrademente se salió adelante. Con respecto a Amargura y lagrimas pues sigue
igual maravillosas ambas, y de Soledad que te voy a decir. Que yo por más que
la veo siempre la veo igual de guapa.
Tus
sobrinos Laura y Pakito siguen adelante, ahí van en sus juegos, en sus cosas y
te aseguro que son unos niños maravillosos, de esos que a ti tanto te gustaban,
me hubiera encantado que te conocieran, pero vamos, para eso estoy yo para
cuando se tercie hablarle de ti, de su tío Haty.
Por lo
demás aquí sigo tirando convaleciente de una enfermedad que aun no llego a
superar, pero que no va a quedar en el intento, así que picha mía no me llames
todavía, ya llegaré cuando me toque.
Y nada más,
un abrazo desde tu Cádiz, para el mejor amigo que uno puede tener.
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