Más de mil metros cuadrados destinados a las hermandades

El anteproyecto elaborado por el arquitecto municipal en las bóvedas de Santa Elena tendrá un coste de casi un millón de euros En nueve meses podría estar el museo listo.

Se ha denominado museo cofrade, pero las hermandades (o al menos el Consejo de Hermandades) lo conciben como un espacio dedicado íntegramente a ellas. Un equipamiento en el que se pueda desarrollar toda la labor común a las corporaciones de la ciudad además de exponer parte de su patrimonio.

El equipamiento que el Ayuntamiento proyecta habilitar en el sótano de las bóvedas de Santa Elena, los antiguos talleres Velasco, contempla un espacio de 1.238 metros cuadrados de superficie construida, con 725 de ellos de espacio útil. Todo ello dividido en ocho espacios abovedados de casi seis metros de ancho y 16,75 metros de largo (repartidos en dos espacios, uno de 47 metros cuadrados y otro de 25 metros cuadrados con un pasillo central).

Tal y como el arquitecto municipal ha contemplado el espacio, serían cuatro bóvedas completas y dos mitades las que quedarían destinadas a exposición de enseres y patrimonio cofradiero, lo que suman nada menos que 488 metros cuadrados de exposición. Por su parte, en el primer espacio abovedado de Santa Elena se habilitaría una tienda para la venta de recuerdos de las hermandades, además de los aseos y el cuarto de instalaciones. Y el último espacio se reservaría para administración, habilitándose hasta cuatro despachos. Además, en mitad del edificio se ha previsto una escalera que comunicaría con la sede del IFEF que se ubica arriba -esto se debe a que al ser un edificio de casi sesenta metros de largo es necesario disponer de una segunda salida, que se ha proyectado a través de esta escalera de acceso a la planta superior- que ocuparía la mitad de uno de los espacios abovedados. Y otra mitad de estos espacios queda reservada para una sala de conferencias de 47 metros cuadrados. Además, el equipamiento cuenta con un espacio anexo también de unos 47 metros cuadrados que se destinará a almacén.

Para habilitar todos estos usos en las bóvedas, el arquitecto municipal que ha redactado el anteproyecto establece las actuaciones más básicas a realizar, que principalmente son la demolición de todas las compartimentaciones interiores, para plantear grandes espacios abovedados, y la reorganización de los huecos interiores, cegando parte de los existentes y abriendo otros nuevos, con el fin de obtener circulaciones eficaces y accesibles, transversales a la geometría de los espacios que atraviesan, poniendo en valor la estructura masiva y espacial del edificio.

En cuanto a los materiales a emplear, adelanta el anteproyecto que los revestimientos serán a base de revocos de morteros de cal hidráulica natural o aérea, con acabado en pintura de silicatos o en su color, señalándose que previamente se procederá al picado manual de los revestimientos de pintura actuales, que presentan muy mal estado de conservación. Y se señala que al estar construidas las bóvedas con roscas de ladrillo macizo y el arranque de los muros posiblemente con piedra ostionera, se propone dejar a la vista algunas zonas "en función del estado de conservación de estos materiales".

Para el exterior, el acceso al edificio, se recuerda que el PGOU establece allí una gran zona verde (eliminándose el aparcamiento en superficie actual) y se contempla la habilitación de unos parterres con unos caminos para que el público llegue con mayor facilidad al museo.

Todas estas obras tienen un presupuesto aproximado actualmente de 991.731 euros, según fija el anteproyecto. Y en principio serían necesarios tan solo nueve meses para que el edificio estuviera completamente listo para albergar el museo cofrade que a priori tendría un aforo de alrededor de 322 personas. Ahora son las hermandades las que tienen que dar el visto bueno a este documento, o proponer al Ayuntamiento los cambios que estimen oportunos.

fuente: diariodecadiz.es