Y se vuelve a llenar Santa Cruz con Tu presencia, por Cádiz otros veinticinco años sumando tiempos. Otros desde aquel
que cuando corría ese año mágico de 1992, en plena celebración de tu IV
Centenario fundacional, fuiste elevada Madre mía a la zona más alta del altar
de nuestra primera y antigua Catedral
Otros veinticinco años que tenemos la suerte de
vivir dos veces los que los celebramos junto a Tí en aquel entonces, esos veinticinco
años con los nombre que entre otros eran Manuel Pecino, Alejandro Vinagre, Mercedes Dafonte o nuestro por siempre primer
hermano, Enrique Treviño, y otros tantos mas que alcanzaron tu mano Soledad,
cuando se la extendiste para gozar de tu presencia.
Más Veinticincos años abriéndonos tus brazos a los
que aun nos sentimos arropados por tu presencia. Veinticinco como seguirán en
el recuerdo de Juan Miguel Martín, José Joaquín, Pepe Bey, Manolo Benítez,
Jesús, Guillermo, Carlos, Paco, Salvita, Miguelito, Roberto, etc…. entre otros
que conmemorábamos y fuimos partícipe de esa efeméride, que tuvo una de las
mejores culminaciones poniendo un punto y aparte tras la salida extraordinaria
que aun se guarda en la memoria de los que tuvimos la fortuna de vivirla.
Y veinticinco años después, como si no te hubieses
movido, ahí estás en el Altar mayor mientras miras y cuidas a todo Cádiz, pues
para eso eres la Madre mayor de todas las mujeres. Madre que nos sigue guiando
desde la Iglesia de Santa Cruz en la ciudad más antigua de occidente.
Veinticinco años que no son nada hermanos y hermana
Sandra, Enrique, Juan Otero, Carlos, Benjamín, Javier, Alfonso, Juan Gómez,
Juan Carlos, Pepe Valencia o Fernando Malines, y no son nada, simplemente porque
algunos ya lo vivimos una vez.
“A la pá de Dió”
Fco. José Rodríguez Pérez
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